Tras llevar a cabo la Ruta circular por los Mallos de Riglos y conocer un poco Murillo de Gállego, era hora de descubrir a fondo la ciudad de Huesca, ya que nunca había tenido la oportunidad de visitarla detalladamente.
Huesca, capital de la Provincia de Huesca y de la Comarca de la Hoya de Huesca, es la segunda cuidad de Aragón más poblada, tras Zaragoza, y una de las capitales de provincia (contando que hay 52) con menos población de España, quedando en la posición 49, Teruel en la 52 y Zaragoza en la 5. También es sede de la diócesis de Huesca.
Situada entre el Valle del Ebro y los Pirineos, goza de una riqueza milenaria que queda reflejada en sus calles, sus restos arqueológicos, sus monumentos y su patrimonio.
Callejeando por el casco antiguo nos encontramos con el conjunto que forman la iglesia y claustro de San Pedro el Viejo, muy importante en el románico aragonés por su arquitectura y escultura. Además, es considerado como Monumento Nacional.
La iglesia está compuesta por tres naves y sus correspondientes ábsides. Las capillas que se encuentran dentro de ella presentan distintas obras de arte:
- Retablo de la Virgen de la Esperanza (siglo XVI). Estilo renacentista.
- Retablo de los santos Justo y Pastor (siglo XVII). Estilo barroco.
- Retablo de la anunciación (siglo XV-XVI). Estilo gótico.
- Pinturas murales (siglo XIII)
- Sillería de madera del coro (siglo XVII)
- Capilla de Santa Ana y San José (siglo XIII). En la actualidad se encuentra cerrada.
- Capilla de San Benito (siglo XIII)
- Capilla de San Bartolomé o Panteón Real. Dónde se hallan los restos de los reyes de Aragón.
Declarada Bien de Interés Cultural y Patrimonio histórico de España, está formada en cruz latina con capillas laterales y tres naves de cuatro tramos. La portada principal está separada en dos partes por un alero de madera y entre 1369 y 1423, se elevó la torre campanario finalizando con un chapitel pentagonal.
En su interior podemos observar el retablo mayor esculpido en alabastro, obra de Damián Forment. Al lado de la catedral se encuentra el Museo Diocesano.
Y siguiendo con el patrimonio religioso, no podía no hablar de la iglesia-basílica de San Lorenzo, ya que es el patrón de la ciudad.
Situada en la Plaza de San Lorenzo y de estilo barroco, fue construida entre 1608 y 1703 sobre un templo románico de pequeñas dimensiones. Conformada por tres naves, capillas laterales y una gran cúpula que cubre el crucero. En la sacristía se conserva el busto de San Lorenzo.
Dicha iglesia alardea de tener los siguientes títulos:
- Real.
- Parroquial.
- Colegial.
- Basílica.
- Agregada.
A parte de estos edificios, Huesca cuenta con un patrimonio monumental de varios estilos: edad media, renacimiento, barroco, modernismo, eclecticismo y época contemporánea. Como por ejemplo: iglesia de San Vicente el Real, murallas, ayuntamiento, Palacio de Villahermosa, Ermita de San Jorge, Fuente de las Musas...
Dejando atrás los monumentos, la ciudad posee un gran número de pequeños jardines repartidos por todos los barrios. El Parque Miguel Servet es el mayor parque, con 74.361m². Situado muy cerca del centro urbano, alberga una variada flora, varios estanques y monumentos conmemorativos como:
- Las pajaritas. Dedicado a la papiroflexia.
- El quiosco de la música. Usado para diferentes actividades.
- La casita de Blancanieves. Parte destinada a los niños.
- La rosaleda. Zona circular con bancos y una pequeña fuente.
- Estatua de los reyes pirenaicos.
- Zoo. Espacio con gallinas y pájaros de diversas especies.
Julio, 2020
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